¡Al abordaje

La percepción de que hay injerencia política en la Justicia es evidente. Basta con echar un vistazo a los medios de comunicación cuando hablan de los jueces como «conservadores» y «progresistas» (como si fueran miembros); las «puertas giratorias» de la Justicia a la política y viceversa, sin el menor freno; los nombramientos para altos cargos de amigos o como un espíritu; o, sin limitación, la «división de honorarios» entre el partido gobernante y la oposición en el ataque y control del CGPJ, convertida hace más de treinta años en una concesión del poder político. De estas patologías no sólo es responsable de una partitocracia insaciable en su voraz apetito de dominar el poder judicial; además, hay jueces dispuestos a cooperar como actores secundarios, aunque de buena fe con los enfermos del sistema, por lo que lo animan y apoyan. Este modesto ensayo no está dirigido a los profesionales del derecho; o, por mejor decir, no sólo a ellos. La intención es lograr una amplia gama de los ciudadanos; a todos aquellos que se sienten cierta inquietud intelectual para saber lo que son la clave de la reglamentación, estructurales y de proyectar una imagen politizada el poder judicial, particularmente en su más alto órgano de gobierno y cuáles son las soluciones posibles, muchos de ellos han afirmado en varias ocasiones por el Consejo de Europa, pero no se han cumplido, complaciente y voluntariamente por los gobernantes del Reino de España.